La Hipoterapia, es un tratamiento que se basa en los movimientos del lomo del caballo y en el diálogo corporal paciente – caballo. Es una de las áreas de la Equinoterapia que se utiliza en el caso de pacientes con disfunciones neurológicas, traumáticas o desgenerativas.
La Hipoterapia se diferencia dependiendo de la técnica:
• Terapia pasiva: El paciente se adapta pasivamente al movimiento del caballo sin ninguna acción de su parte aprovechando el calor corporal, impulsos rítmicos y el patrón de locomoción tridimensional del caballo y los ejercicios o masajes son auxiliados por el terapeuta.
• Terapia Activa: Se añaden a la monta una serie de ejercicios neuromusculares para estimular al paciente en las áreas específicas que su médico recomienda que se ofrece en mayor grado a la normalización del tono muscular, el equilibrio, la coordinación psicomotriz, la simetría corporal y el desarrollo del cerebro.
Los movimientos del andar equino producen en el jinete vibraciones que son transmitidas a la médula espinal con una frecuencia de 180 oscilaciones por minuto, siendo la misma información que recibe el cerebro cuando una persona camina.
Para los familiares, que necesitan apoyo y ser animados, se convierte en una ayuda incalculable “en ocasiones la recuperación puede ser muy lenta”. Los padres y madres que asisten a la hipoterapia valoran cada pequeño cambio de su hijo hasta el más pequeño de los avances.
El desarrollo de esta terapia complementaria puede cambiar el futuro de la recuperación de muchos niños/as con discapacidad motora o NEE sin discapacidad.
Afecciones en el área de la Psicología, Psiquiatría y Pedagogía
Personas que no pueden tomar la terapia
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Si le interesa practicar esta terapia, se recomienda que busque gente especializada en este tratamiento; no basta sólo con que la persona sepa de equitación, es una actividad delicada que requiere además saber a profundidad y tener experiencia en equinoterapia. Otro de los factores fundamentales es que no se trabaja con cualquier caballo o cualquier montura, ya que se deben adaptar para cada caso. El caballo ideal para la terapia La raza que más se usa para fines terapéuticos son el "cuarto de milla". El caballo adecuado debe ser de 1 a 1. 70 metros de alzada, ya que de acuerdo con el perímetro del tórax del animal, demandará una mayor o menor apertura de piernas de la persona al sentarse sobre su lomo. Los animales se tienen que elegir y entrenar para que sea un Caballo de Terapia, esto es en base a sus movimientos, carácter, soltura y lo aprendido en los entrenamientos. Sugerencias
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