Existen una serie de ideas en torno a las dificultades auditivas que se deben revisar para conocer de mejor forma a los niños y niñas que las presentan. A modo de ejemplo se analizan las siguientes afirmaciones:
¿Tienen todas las personas con discapacidad auditiva el mismo grado de dificultad para escuchar?
Existen diferentes grados de pérdida auditiva y no todas las personas tienen la misma dificultad para escuchar. En la mayoría de las ocasiones cuando se habla de persona sorda o con discapacidad auditiva gran parte de las personas se han hecho una idea equivocada y piensan que esta discapacidad no presenta matices, Es decir, se desconoce que existen diversos grados de pérdida auditiva y que a su vez, estos grados de audición tienen diversas repercusiones en el lenguaje y la comunicación.
Por ejemplo, existen muchos niños y niñas que presentan pérdidas auditivas leves, teniendo mayor posibilidad de adquirir y/o desarrollar el lenguaje oral, sin embargo, es probable que requieran, de todas formas ciertos apoyos que faciliten su proceso de comunicación y comprensión. También se debe considerar que, una pérdida auditiva profunda, impide escuchar casi todos los sonidos del ambiente, excepto aquellos que presenten intensidades muy altas. En cambio, en pérdidas auditivas menores, se escucha una gran gama de sonidos.
De cualquier forma, no hay que olvidar que además de las dificultades para discriminar los sonidos ambientales, el principal problema radica en las dificultades que se relacionan con la producción, desarrollo y comprensión del lenguaje oral, por lo tanto, el desafío debe centrarse en las estrategias que se usarán para comunicar de la mejor manera posible en el ámbito educativo, favoreciendo así el máximo desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas con dificultad auditiva.
¿Son mudas las personas sordas?
Ser sordo no implica necesariamente la mudez. Por esto, sería bueno, excluir el término o calificación de “sordomudo” como forma de referirse a las personas que sólo presentan una dificultad auditiva; este término estigmatiza negativamente amplificando las dificultades más allá de lo real, pudiendo por ejemplo disminuir las expectativas acerca de las posibilidades de desarrollo o aprendizaje que se depositan sobre dichas personas.
¿Pueden comunicarse las personas con déficit auditivo?
Tener una dificultad auditiva no implica tener restricciones para comunicarse. Una cosa es el proceso de comunicación y otra el medio y el canal empleados para hacerlo. Lo que una persona con dificultades auditivas puede tener son restricciones para la utilización del lenguaje oral como medio exclusivo de comunicación, sin embargo, las posibilidades de comunicar mediante otros medios están intactas. Por este motivo, las personas sordas desarrollan medios diferentes para comunicarse, como la lengua de señas.
En cualquier caso, dependiendo del grado de pérdida auditiva y las dificultades de comunicación, siempre existirá la posibilidad de desarrollar lenguaje, sea éste oral o lengua de señas. Por esta razón, desde la práctica educativa, el desafío con un niño o niña que presenta dificultades auditivas, debe considerar favorecer en todo momento, el desarrollo de habilidades comunicativas a través de diversas vías. Este hecho es de suma relevancia, ya que los problemas de comunicación y comprensión con el medio, pueden llevar a los niños y niñas al fracaso en su proceso de integración, no por disminución de su capacidad, sino por falta de comprensión mutua en la interacción con los oyentes.
¿Es la lengua de señas la única forma de comunicación que tienen las personas con déficit auditivo?
El desarrollo de lenguaje oral o lengua de señas depende del grado de pérdida auditiva. No obstante, las personas sordas comparten como característica común, la necesidad de contar con información por vía visual para comunicarse. Desde esta perspectiva, mientras mayor es el grado de la pérdida (severa-profunda), mayor es la posibilidad de desarrollo de la lengua de señas. Por el contrario, si la pérdida auditiva es menor (leve o moderada), existe una mayor posibilidad de desarrollo de la lengua oral. De hecho, algunas personas desarrollan ambas lenguas.
¿La lengua de señas es universal?
Por lo general, tiende a pensarse que la lengua de señas es universal, sin embargo, esta creencia no es correcta. La lengua de señas, como toda lengua, responde a la necesidad comunicativa de sus hablantes en un contexto social, cultural y regional especifico. Tal como existen diferencias entre el castellano, inglés, francés, chino, etc en su forma oral, también estás diferencias se aprecian en lengua de señas en cuanto a su configuración espacial, puntos de articulación, predominancia manual, entre otras. Si una persona sorda proveniente de Francia se encuentra con una persona sorda en Chile, es probable que compartan algunas señas comunes y la forma de comunicación viso_gestual, no obstante, sus lenguas de señas son diferentes, y al igual que las personas oyentes, requerirán de alternativas de comunicación distinta o intérpretes de una lengua a otra.
Las personas con déficit auditivo ¿Tienen también problemas intelectuales?
La presencia de dificultades auditivas no implica dificultades intelectuales. Es muy importante diferenciar entre estas dos situaciones puesto que asociar la discapacidad auditiva con dificultades intelectuales, sobre todo en niños y niñas pequeños, equivale a confundir dos déficit de naturaleza distinta. Presentar dificultades auditivas equivale a tener un problema específico para la percepción de los estímulos auditivos, situación que nada tiene que ver con el procesamiento cognitivo o intelectual de la información. Regularmente, las dificultades auditivas tienen que ver con un daño en el órgano sensorial (oído) del sistema nervioso periférico (SNP), lo que dificulta la recepción de la información sonora. Las dificultades intelectuales en cambio, se relacionan con problemas para el procesamiento de información de cualquier tipo y dependen de la presencia de una disfunción o daño a nivel del sistema nervioso central (SNC).
Las personas con déficit auditivo, ¿tienen frecuentemente problemas de atención?
El niño o niña sordo no recibe a través de la audición toda la información acerca de lo que ocurre en su ambiente más inmediato (puerta que se abre, objeto que cae, timbre…), por lo que necesita estar constantemente monitoreando su entorno por medio de la visión. Esto, muchas veces se confunde con problemas de atención, ya que suelen interrumpir su actividad para controlar de manera visual lo que sucede en el aula. No obstante ello, los/as estudiantes con dificultades auditivas presentan problemas de atención con una frecuencia similar a la de cualquier niño o niña.
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